La Calesita de Caballos de Mar...

Homenaje a mi infancia, a quienes hicieron de ella una remembranza feliz a pesar de ser triste, un poco de literatura, opinión y todo con sabor a Tamara.

Wednesday, April 26, 2006

La logia


Sabía todo lo que pasaba en el barrio y en definitiva en el club social que estaba a la vuelta de casa. Descubrí que allí funcionaba una radio y comencé a ir todos los días. "La logia", ese era el nombre de mi programa preferido, era el mas divertido. Ellos eran capaces de improvisar un relato a micrófono abierto y hacerte vivir una historia aunque muchas veces se interrumpían y terminaban discutiendo a los gritos sin importarle los oyentes. Hay que tener en cuenta que por ese entonces yo tenía 11 años y a pesar de que muchas veces hablaban cosas lejanas a mi capacidad de comprensión, a mi me encantaban. Recuerdo con exactitud el momento en el que comencé a ser partícipe del programa, uno de ellos en la mitad de una discusión al aire me vió y dijo : "silencio señores, que hay una damita que nos puede aportar algo...". Me asusté tanto, me asaltaron los nervios, pensé que se reían de mi. Uno me invitó a entrar y otro acercándome el micrófono me preguntó : "qué opinas del Papa...?" aturdida respondí : "el papá de quien !?" Todos se rieron cómplices mientras uno me acariciaba la cabeza. "Estuviste muy bien nena, si queres mañana salís al aire de nuevo".
Obviamente no falté a la invitación. En pocos días los "clasifiqué" a todos y desde aquel entonces empezaron a formar parte de mi. Ellos me contagiaban alegrías que contrastaban con mi vida gris, también alguna tristeza por hacerme pensar en algo profundo, pero siempre me brindaron atención, por eso los recuerdo.

Tuesday, April 18, 2006

Montevideo: Un aire distinto



A raíz del feriado de Semana Santa tuve la oportunidad de hacerme una escapada a Montevideo. Interesante desde todo punto de vista. Inclusive para despuntar el vicio de antropóloga: está prohibido por decreto del 01/03/2006 fumar en cualquier lugar cerrado. No existen ni siquiera los lugares para fumadores. La campaña se llama "Un millón de gracias" porque se calcula en un millón el número de fumadores (un tercio de la población). La multa por no cumplir con el decreto asciende a u$s 1.000 y hasta el posible ir a prisión: el dueño de un restorán decidió no acatar e invitó públicamente a sus comensales a fumar en su local. Está preso todavía.
La medida puede parecer arbitraria o desmedida y está dando muchísimo que hablar en todos los círculos.
Pero contra lo que puede suponerse, la mayoría de los uruguayos, en escaso tiempo, está de acuerdo: un taxista que me llevó y se declaró "fumador empedernido pero conciente" me comentó su agrado al poder ir con sus hijas a cualquier lado sin exponerlas al humo.
Yo misma comprobé que se cumple a rajatabla, incluso en lugares donde abunda el consumo de alcohol y alguno puede sentirse muy necesitado de fumar.
Da como para pensar que un hábito tan arraigado pueda corregirse por medio de un decreto. Me suena a que muchos estaban esperando la "orden de arriba" para obligarse a sí mismos a ser más considerados con los demás, con el medio ambiente y, en definitiva, con su propia salud.

Monday, April 10, 2006

La niña del sueño


Siempre aparecía vestida de negro, me miraba por un instante parada inmóvil con los brazos a los costados y después corría a subirse a una pequeña embarcación. Yo apenas alcanzaba a fotografiarla. De repente aparecía un grupo de prepotentes y me arrancaba la cámara para velarme el rollo con manotazos violentos. La nena miraba desde el bote que se alejaba corriente abajo. Yo quedaba sola, en la orilla, viéndola desaparecer.
Tal vez este sueño recurrente no sea mas que un simple y enigmático resquicio de soledad.

Thursday, April 06, 2006

Por qué este nombre?


No hay una respuesta absolutamente precisa; hay un movimiento de ida y vuelta entre mi presente y mi niñez. Por eso la calesita de la infancia con sus vueltas, por eso también el mar. Y los caballitos... Los hipocampos machos son los que incuban a sus crías, un caso extraño en la naturaleza. Son ellos los que tienen la bolsa que protege a las criaturas, los que paren con dolor generalmente durante la luna llena. Las imágenes son elocuentes para mí. Mi admiración entonces por aquellos que protegen a quienes aman sin importar su género, rol o condición.